Tuve
la oportunidad de estar en el hermano país hace algunos días en la compañía de mi
familia, todo con la excusa de ir a visitar a unos familiares, que como todos
buenos colombianos, estamos regados por el mundo, por las ciudades.
Una
pieza propagandística que me llamó la atención, fue una que me topé en la sala
de espera de un pequeño aeropuerto en el costado noroccidental del país
bolivariano, cerca a una de las fronteras más transitadas y asediadas por el
contrabando.
Esta
pequeña imagen que colgaba de un recuadro de vidrio y que decía: " No
haremos el futuro grande que estamos buscando si no conocemos el pasado grande
que tuvimos", estaba compañada de una fotografía de Hugo Chávez, se veía imponente, vencedor. Lo más curioso; un cierre, o como se dice en publicidad, una
"bajada" que decía "Prohibido olvidar".
Inicialmente
me pareció algo extraño encontrarme con estas palabras en un aeropuerto
internacional; se me puso el pelo de punta el sólo hecho de pensar que ese
"prohibido olvidar" era una obligación, como el más grande
mandamiento que subestimó Abraham o una cosa por el estilo, que al que se
quedara corto de memoria lo echarían a la cana, por olvidar.
Sin
embargo, me di cuenta de la relevancia de esta "bajada" que vi en más
de 5 afiches alusivos a la revolución bolivariana, a una figura luchadora y
combatiente de Hugo Chávez acompañado del Libertador Simón Bolívar.
Ese
prohibido olvidar es la redención de los sueños socialistas que desde ese golpe
de Estado del año 2002, ha crecido y
reivindicando la labor de una política comunitaria, representada en la
habilitación social y promoverla como un estilo de vida que transcurre a todo
punto de vista en el país, desde el baseball hasta las pequeñas cotufas que
venden en las calles.
Es
la mayor muestra de pasión política y de cariño popular que he conocido en mi vida.
Caminar y deambular por las calles de Valencia y ver esas miles de caras de
personas, miles de Chávez que se bifurcan en el interior de cada alma, de cada
ser revolucionario que sobrevive después de la deslegitimación del poder
popular en el último tiempo.
La
patria es el hombre, la patria es la virtud del pueblo desarrollada en la
política y en el poder popular.
Chávez
dejó su piel en la política, dejó su rasgo plasmado en las más grandes y
rústicas paredes de Caracas, de las ciudades venecas, que celebran la
alegría del poder popular reivinidcando la democracia en un socialismo sin fin.
"Chávez
recuperó el arte de la política"
La
gente no está mal, el poder popular de ahora es el que está mal, la mala
costumbre de recibir regalado, de no trabajar, de resignarse a un salario
asistencial que trasciende fronteras económicas y genera envidias políticas. La
gente tiene con qué, sólo falta darle un empujón.
Viviremos
y venceremos.
Prohibido
olvidar.
Ese 'prohibido olvidar' es una frase también en contra de la impunidad aquí en Colombia. Saludos Milo, chévere el blog.
ResponderEliminarGracias por su aporte Mono. Y Claro, acá también está "prohibido olvidar".
ResponderEliminar